Palabra del día – 8 de agosto de 2018

los capacite con todo lo que necesiten para hacer su voluntad.
Que él produzca en ustedes, mediante el poder de Jesucristo,
todo lo bueno que a él le agrada. ¡A él sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.

Hebreos 13:21

Lo amo. Como cristianos hemos sido llamados a ser sus discípulos y ayudarlos, “hágase su voluntad en la tierra como en el cielo”. Sin embargo, al mismo tiempo, Dios nos ordena que vivamos para él; ¡Él está allí equipándonos, animándonos y empoderándonos! Jesús nos dio el Espíritu Santo para guiarnos, consolarnos y ayudarnos. Pedro escribe: “Por su poder divino, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir una vida piadosa”. Pablo agrega: “Porque somos la obra maestra de Dios. Él nos ha creado de nuevo en Cristo Jesús, para que podamos hacer las cosas buenas que él planeó para nosotros hace mucho tiempo. “No estoy seguro de lo que crees sobre ti, pero esto es verdad. Dios te creó y quiere que vivas para Él. Eres su representante aquí en la tierra y te ha dado todo lo que necesitas para cumplir tu destino. Hoy elige vivir para Él en todo lo que haces. Él te ha equipado para hacerlo.

1. Lee un pasaje de las Escrituras, por ejemplo, el versículo en esta publicación. ¿Qué está diciendo este pasaje? Tómese por lo menos 2 minutos para absorber lo que está diciendo.

2. Invita a Dios a revelar tu corazón y pregúntate a ti mismo: “¿Hay algo de verdad en este pasaje que no haya abrazado por completo?” Si es así, abrázalo diciéndole a Dios que estás comprometido con él. Rumia sobre la verdad por al menos 2 minutos hasta que la absorbes.

3. Invita a Dios a revelar tu corazón y pregúntate a ti mismo: “¿Hay alguna virtud o acción en este pasaje que no estoy abrazando completamente?” Si es así, abrázala diciéndole a Dios que estás comprometido con ella. Determine el próximo paso para comprometerse con la virtud o la acción y luego tómela lo antes posible.

4. Pídale a Dios que le muestre que algo no se ha abrazado por completo, así como cualquier otra cosa que desee, y que se siente con Dios durante al menos sesenta segundos. Si Él da una impresión, entonces coopera en consecuencia.

 

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